El Servicio Geológico Colombiano (SGC) y la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería (ACOFI) desarrollan actualmente el Modelo Nacional de Riesgo Sísmico (MNRS), el cual será una herramienta clave para la formulación de medidas de gestión del riesgo de desastres, así como la estimación de daños y pérdidas por eventos sísmicos que puedan afectar a la población en el territorio nacional.

Concebido por el Servicio Geológico Colombiano (SGC) a través de un convenio con universidades (Universidad del Norte, Universidad de los Andes, Universidad EAFIT, Universidad de Medellín, Universidad Industrial de Santander, Universidad del Valle, Universidad EIA, Universidad de La Sabana, Universidad Militar Nueva Granada, Universidad de Cartagena, Universidad de Magdalena, Universidad Francisco de Paula Santander, Ocaña, Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, Universidad de Stanford.

Este convenio interinstitucional permite que el proyecto llegue a todo el país, participando diferentes ciudades y cumpliendo con sus objetivos: enseñar a estimar el riesgo asociado a los sismos y concientizar a más ciudadanos sobre esto. Además, están vinculados 80 estudiantes de pregrado, maestría y doctorado.

Nuevo modelo, mismo riesgo

Colombia es un país sísmicamente activo, dominado por cuatro ambientes tectónicos con diferentes ambientes de subducción. Por esto, explica el docente Carlos Arteta, es importante saber cuáles son las consecuencias, en términos de impacto económico y víctimas, entre heridos y muertos, de un evento sísmico, lo cual se miden en términos probabilísticos. Por ejemplo, cuál es la probabilidad de que el gobierno colombiano incurra en un gasto del 5% o 10% del Producto Interno Bruto, si ocurre un terremoto magnitud ocho en el Pacífico, o cuántos daños habría en determinada localización.

El nuevo Modelo Nacional de Riesgo Sísmico permitirá saber cuál es la vulnerabilidad y la fragilidad de las edificaciones residenciales y las tipologías constructivas (mampostería reforzada, no reforzada, confinada, muros delgados de concreto reforzado, sistema porticado de concreto reforzado y sistema combinado de concreto reforzado), y dónde se ubican, del 60% de la población colombiana; para luego realizar una interacción entre amenaza, vulnerabilidad y exposición, y obtener posibles combinaciones desafortunadas de alta vulnerabilidad y amenaza asociadas a un riesgo medianamente alto o indeseable.

“El riesgo es la combinación entre la vulnerabilidad y la amenaza. Entonces, los métodos que utilizamos permiten hacer esa estimación de manera probabilística. Cuando identifiquemos lugares donde el riesgo sea alto, pues se deberán tomar decisiones para atender a la comunidad en la eventualidad de un evento sísmico”

El MNRS es un modelo abierto que quedará vinculado a la página web del Servicio Geológico Colombiano, pero posiblemente también se comparta información con el IGAC, para que tenga capas geo referenciadas de la distribución del riesgo sísmico a nivel de Colombia.

Perspectiva internacional

De acuerdo con el profesor Eduardo Miranda, de la Universidad de Stanford, magíster y doctor en Ingeniería Estructural y asesor internacional del MNRS, la importancia de este tipo de iniciativas radica, primero, en que tradicionalmente no se han dado en Latinoamérica. Es decir, nunca se había concretado un esfuerzo multi institucional para estimar el nivel de daño de construcciones existentes con diferentes niveles de intensidad sísmica.

Para el profesor Juan Carlos de la Llera, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuya principal área de investigación es el riesgo sísmico, el comportamiento estructural y el sistema de protección sísmica, la iniciativa del nuevo Modelo Nacional de Riesgo Sísmico es un excelente ejemplo para el resto de la región, en cuanto a trabajo mancomunado y planteamiento conceptual que evoluciona con el tiempo.